25/10/09

Astrophobos[LT1]




En los cielos nocturnos brillando,
Sobre abismos lejanos y etéreos,
Anhelante un día acechaba
Una seductora, luminosa estrella;
Cada atardecer surgía en el cielo
Brillando en el Carro Artico.


Místicas bellezas se fundían
En sus brillantes, dorados rayos;
Gozosas quimeras descendían
Con mezclas y olores a mirra,
Y unos sones de liras extendían
Dulces y suaves melodías.


Allí, pensé, imperaba el placer,
La libertad y la armonía;
A cada momento nacía un tesoro
Envuelto en flores de loto,
Y un líquido sonido salía
Del laúd de Israfel.


Allí, me dije, existían
Mundos de increíble felicidad,
Donde la inocencia y la paz
Coronaban el trono de la virtud;
Hombres de luces, sus pensamientos
Más puros y limpios que los nuestros.


Y entonces sentí pavor, pues la visión
Se tornó delirante y roja;
La esperanza se enmascaró de burla,
La belleza se cambió en fealdad;
Una algarabía de músicas chocaron,
Signos espectrales se entremezclaron.


Con delirantes colores ardió la estrella
Que antaño vislumbré tan bella;
Todo era triste, ya no había felicidad,
y en mis ojos destelló la verdad;
Un pandemonio salvaje desfiló
Ante mi enfebrecida visión.


Ahora conocía la diabólica fábula
Que portaba aquel dorado esplendor,
Ahora evitaba la tétrica luz
Que antaño admiré con fervor;
Y un miedo espantoso y mortal
¡Ha apresado mi alma por siempre jamás!


Nov. 21, 1917.

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