2/3/10





Las rocas se desvanecen.
Innumerables y pequeñas olas grises se extienden delante de nosotros. Ya no toco nada; no veo nada.
Podríamos caer y reposar sobre las olas. El mar golpeará en mis oídos. Los pétalos blancos se
obscurecerán al contacto del agua marina. Flotarán por un instante y después se hundirán. Seré
arrollada por una ola. Otra me llevará sobre sus hombros. Todo se derrumba en una catarata gigantesca
en la que me siento disolver...


de: Las olas

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