12/3/13

Jean Cocteau





Desde el día que nací, mi muerte empezó su paseo. Esta caminando hacia mi, sin prisa. 










9/3/13

Sobre el oficio de escribir




‎A los veintitantos y treinta y pocos años, solía escribir con pluma mojando en un tintero, y cambiando la plumilla un día sí y otro no, en cuadernos de colegial, tachando, insertando, volviendo a tachar, arrugando las hojas, escribiendo la página tres o cuatro veces, copiando luego la novela con una tinta diferente y una escritura más clara, revisando después de nuevo la totalidad, recopilándola con nuevas correcciones, y dictándola por último a mi mujer, quien ha mecanografiado todo lo mío. Hablando en general, soy un escritor lento, un caracol que lleva encima su casa de unas doscientas páginas en limpio por año (una excepción espectacular fue el original de Invitation to a Beheading, cuyo primer borrador escribí en dos semanas de maravillosa excitación e inspiración sostenida). En aquellos días y noches, generalmente seguía el orden de los capítulos cuando escribía una novela, pero aun así, desde el comienzo mismo me apoyaba mucho en la composición mental, construyendo párrafos enteros mientras caminaba por las calles o estaba sentado en el baño, o acostado en la cama, aunque con frecuencia los suprimiera o reescribiera después. Cerca ya de los cuarenta años, empezando por The Gift, y quizá por influyo de muchas notas requeridas, adopté otro método materialmente más práctico: el de escribir con un lápiz con goma de borrar, en fichas".





8/3/13

7/3/13

El guardián entre el centeno











"Comenzarás a acercarte, si es eso lo que quieres, y lo que ansías, y lo que esperas, a un tipo de conocimiento muy querido por tu corazón. Entre otras cosas, verás que no eres el primero a quien la conducta humana ha confundido, asustado, y hasta asqueado. Te alegrará y estimulará saber que no estás solo en ese sentido. Son muchos los hombres que han sufrido moral y espiritualmente del mismo modo que tú ahora. Felizmente, algunos de ellos han dejado constancia de su sufrimiento. Y de ellos aprenderás si lo deseas. Del mismo modo que alguien aprenderá algún día de ti si tienes algo que ofrecer. Se trata de un hermoso acuerdo de reciprocidad. No se trata de educación. Es historia. Es poesía."