24/2/10

Sonetos



75
Nútrese de ti mi pensamiento
Como el suelo de abril del aguacero,
Y por tenerte en paz libro batallas
Como el avaro frente a sus riquezas:
Ya soberbio y feliz, ya temeroso
De que la edad taimada lo despoje,
Ya dispuesto a estar contigo a solas
Ya inclinado a mostrarte a todo el mundo,
A veces ya colmado de tu vista,
Y de pronto por ti desfalleciendo,
Y no tengo ni quiero más delicias
De las que tú me das o me reservas.
Día a día me sacio y muero de hambre,
Ya me atoro de ti, ya languidezco.


71
No llores por mi cuando haya muerto
Y oigas las lúgubres campanas
Anunciar al mundo que he partido
Del vil mundo a morar con vil gusano.
Si lees esta línea, no recuerdes
Qué mano la escribió. Tanto te amo
Que prefiero me entregues al olvido
A que sufras dolor por recordarme.
Si miraras, acaso, estos versos
Cuando yo en la arcilla esté disuelto,
Olvida el eco humilde de mi nombre
Y deja que tu amor también se pudra.
No vea el sabio mundo tu congoja
y se burle de ti por culpa mía.


66
Ya harto. el descanso de la muerte
Pediría, viendo al mérito mendigo,
Y lo nulo e indigno engalanado,
Y la pura confianza defraudada,
Y la honra adjudicada erróneamente,
Y la casta virtud prostituida,
Y lo digno y perfecto envilecido,
Y la fuerza vejada por deformes,
Y el arte injustamente amordazado,
Y al necio doctoral juez del talento,
Y la simple verdad vuelta simpleza,
Y el bien del prepotente mal cautivo.
Ya harto de pesares, partiría,
Mas si muero a mi amor dejaré sólo.


65
Si bronce, piedra, tierra y mar extenso
Son doblegados por la triste muerte,
¿Qué podrá contra su ira la belleza,
Que a una flor no supera en magras fuerzas?
¿Cómo vencerá el fragante estío
El asedio feroz de días aciagos
Si batientes de acero y altas rocas
Los embates del Tiempo no resisten?
¡Atroz meditación! ¿Cómo ocultarle
al Tiempo la mejor gema del Tiempo?
¿Qué mano detendrá sus pies alados
O impedirá que la belleza arruine?
Ninguna, salvo ocurra este milagro:
Que mi amor perdure en negra tinta.


44
Si mis carnes fueran pensamiento
No valdrían distancias injuriosas:
Dondequiera estés te seguiría
A despecho de límites y espacios;
Aun si mi pie hollara entonces
Las tierras de ti más alejadas
Con sólo pensar dónde te encuentras
Brincara sobre océanos y reinos.
Mas no soy pensamiento, pienso airado,
Y no puedo franquear millas de un salto;
Modelado con agua y tosca arcilla,
Debo aguardar gimiendo, lentas horas.
De elementos tan bajos sólo obtengo,
Emblemas del dolor, lágrimas turbias.




8
Eres música y la música te aflige,
Y así opones lo dulce a la dulzura:
¿Por qué amas tanto lo que no te agrada
O bien te agrada tanto lo que odias?
Si la unión de sonidos armoniosos
Que se enlazan ofende tus oídos,
son dulce reprimenda a quien se obstina
En guardar para sí lo que a otros debe.
Observa que las cuerdas desposadas
Se pulsan entre sí de mutuo acuerdo,
Y cual esposo, hijo y tierna madre
Cantan al unísono una nota:
Muchos cantos en uno, sin palabras,
Que repiten: "Solo serás nadie."

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